Renewed interest in conulariids has resulted in clarification of problems in the paleobiology of this group. Discoveries of skeletal structures and specimens preserved in situ, coupled with cladistic analyses, have led to a revival of Kiderlen's (1937) hypothesis that conulariids were polypoid scyphozoans or a sister taxon of this class. Until 1979, research on conulariids centered on the description of new species and on the erection of subgroups using phenetic approaches. Few papers addressed the paleobiology and phylogenetic affinities of conulariids, and none employed cladistics. In contrast, the 1980's saw the publication of major papers on the paleoecology of conulariids, and during this decade the hypothesis that conulariids were benthic organisms was corroborated. Also, new ideas concerning the affinities of conulariids, including the proposal that conulariids represent an extinct phylum, were presented. During the 1990's, the problem of conulariid affinities was widely debated, with authors advocating either that conulariids represent a separate phylum or that they were cnidarians. Near the close of that decade, certain advocates of a cnidarian affinity argued that conulariids were most closely related to Cnidaria. Taphonomic evidence indicates that conulariids were benthic animals originally oriented with their aperture opening upward and that they attached to or were embedded in hard and soft substrates. To understand unresolved problems we recommend that (1) conulariid specialists develop a standard morphological nomenclature based on rigorous definitions; and (2) studies on conulariid paleoecology be carried out using a sequence stratigraphy approach.
El renovado interés en los conuláridos ha dado como resultado la clarificación de los problemas sobre su paleobiología. Descubrimientos sobre la morfología del peridermo y especímenes preservados in situ, juntamente con la aplicación de la teoría cladística en el análisis de afinidades de los conuláridos, contribuyeron a revivir las ideas de Kiderlen (1937), de que los conuláridos fueron afines a los Scyphozoa. Hasta 1979, las investigaciones sobre los conuláridos estuvieron concentradas en la descripción y propuesta de nuevas especies, fundamentadas en criterios fenéticos. Pocos trabajos abarcaron la paleobiología y afinidades filogenéticas de los conuláridos. En los años 80, el enfoque cambió y se publicaron artículos sobre la paleoecología, siendo ampliamente aceptada la hipótesis de que este grupo fue formado por organismos sésiles. En ese período se presentaron ideas sobre sus afinidades evolutivas, incluyendo la propuesta de que los conuláridos representaban un linaje evolutivo independiente. Durante la década de 90, el problema de las afinidades de los conuláridos fue intensamente debatido. En ese período, muchos autores obtuvieron nuevas evidencias que reforzaron conclusivamente la idea de que los conuláridos son afines a los Cnidaria. Evidencias tafonómicas indicaron que los conuláridos fueron organismos bentónicos fijados o anclados al substrato. Sin embargo, varios problemas permanecen aún no resueltos por lo que recomendamos (1) los especialistas en conuláridos deben aclarar los diversos términos morfológicos y (2) la estratigrafía secuencial debe ser integrada a los estudios sobre la paleoecología de los conuláridos.